El placer, el dolor y la sexualidad ritual
La autora, que es psicoanalista, ha publicado “Bitácora de una persecución amorosa” (Premio de Literatura del Ministerio de Educación y Cultural en 2007), “La cuchara universal” y “Calidad bajo sospecha”.
Asimismo, dedicó buena parte de su tiempo a la investigación del fenómeno del masoquismo. Fruto de ese proceso de estudio y concienzudo aprendizaje nació esta obra.
Este trabajo vincula el placer y el dolor con las prácticas sexuales exacerbadas y poco convencionales, que ciertamente se remontan al origen de las civilizaciones.
Sin desestimar oportunos apuntes históricos, Ana Grynbaum explora los territorios sociales del presente, analizando concretamente al fenómeno conocido como BDSM.
Esta sigla, que es poco conocida, es un acrónimo que liga tres parejas de conceptos mediante su yuxtaposición: bondage (esclavitud, cautiverio) y disciplina (BD), dominación y sumisión (DS) y sadismo y masoquismo (SM).
Partiendo de la tesis que se trata de una experiencia cultural compleja, la investigadora promueve una mirada que abarca lo social, lo ético y lo estético.
La autora construye un ensayo fermental, profundo y objetivo, que desestima eventuales juicios de valor o percepciones teñidas de inconveniente subjetivismo.
Nutriéndose de la información recabada durante su pesquisa y de elocuentes testimonios, la autora analiza todas las facetas de las prácticas masoquistas.
En casi todos los casos, la compulsión masoquista está intrínsecamente asociada a las diversas modalidades del ejercicio de la sexualidad y a la radical ruptura con la represión impuesta por los modelos hegemónicos.
La escritora reconstruye la tensión de la antagónica ecuación placerdolor, que constituye el disparador que deviene en la construcción de la escenografía.
En tal sentido, la profesional irrumpe en el ámbito de lo privado, para recrear el derrotero del deseo, la iconografía masoquista, el vestuario, la utilería y el fetichismo.
Ana Grynbaum revela los diversos entretelones de un juego realmente perverso, en el cual los protagonistas arman una suerte de pieza teatral, donde interactúan dos o más personajes.
El trabajo revela que las prácticas masoquistas están pobladas por la fantasía, la angustia, el amor, la ironía, la risa, el sexo, la culpa, el castigo y la catarsis, entre otros componentes.
Este fenómeno que actualmente no es considerado un trastorno mental como sí lo fue en el pasado asocia, en muy buena medida, los dicotómicos conceptos Eros y Tánatos.
El trabajo liga al masoquismo (experimentar dolor) y al sadismo (infligir dolor) con el ejercicio consensuado del poder, la dominación, la sumisión y la degradación.
Ana Grynbaum reflexiona, a modo de conclusión, que esta es una expresión rupturista y contracultural, que desafía radicalmente las convenciones del modelo de convivencia hegemónico.
http://www.lr21.com.uy/cultura/460285-el-placer-el-dolor-y-la-sexualidad-ritual
(2/7/2011)
